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Poetisa.

Casi que me olvido cómo era invitarse al placer cómo era recostarse desnuda en la soledad de la noche tibia con una copa de vino y hacerse el amor entre páginas y aromas dulces Casi que me olvido cómo era invitarse a salir a caminar con jazz de fondo con los pies flotando el cuerpo danzando y mimarse el pecho por debajo del poncho sin que nadie lo note Casi que me olvido cómo era despertarse en la suavidad de la propia piel aterciopelada rozando y acariciando las sábanas cálidas mientras la luz de la mañana tiñe dulce algún rincón del cuarto Casi que me olvido de la sensualidad de existir teniendo un cuerpo de la lentitud de los movimientos del placer estremecedor que provoca el saborearse a una misma en abrazadora soledad Casi que me olvido Pero vos sin saberlo ni pretenderlo hermosa poetisa a la luz de las velas mientras tus palabras brotaban de tu garganta como agua tibia del manantial original... me hiciste recordar.

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